viernes, 31 de agosto de 2012

Alcoholismo: las consecuencias del consumo en exceso


La adicción al alcohol es una enfermad crónica y progresiva con síntomas muy fuertes y marcados que llevan a la persona que la padece a tener la necesidad de tomar pese a los efectos negativos que puede provocar en su salud física (el organismo cardiovascular, el sistema nervioso y el hígado) y mental.
Cuándo el hábito de tomar bebidas alcohólicas es recurrente se produce tolerancia ¿Qué significa esto? el organismo necesita una mayor cantidad de alcohol para obtener las mismas sensaciones. Esto conlleva la adicción.
Todos los excesos son malos y el consumo desmedido de alcohol no es la excepción.
¿Cuál es el límite que identifica el consumo medido y el abuso de alcohol? La línea se puede trazar cuando la persona llega a sentirse intoxicado y no puede, bajo ningún punto de vista, complicar con sus actividades y obligaciones o, también, cuando pone en peligro su vida y la de los demás mediante conductas violentas y delirantes.
Luego de un período de tiempo en el cual se abusa del consumo el adicto queda expuesto una serie de enfermedades como la cirrosis hepática y cardíacas.
Los sistemas nervioso, neurológico y gastrointestinal sufren un deterioro en todos los órganos que lo constituyen.
El consumo de alcohol desde temprana edad acorta la expectativa de vida de 5 a 10 años en relación con los que no experimentan esta adicción.

martes, 28 de agosto de 2012

El alcoholismo en la tercera edad


La adicción al alcohol no discrimina estratos sociales ni edades. Mujeres y hombres de todas las edades pueden recurrir al consumo desmedido por diversas razones y circunstancias.
Se habla del alcohol en los adolescentes, de la alcohorexia en las mujeres, de los hombres y sus conductas violentas producto del alcohol pero ellos no son los únicos protagonistas de este tipo de adicción.
Los ancianos también recurren al alcohol como una forma de canalizar sus sentimientos y evadir realidades. Muchas veces se sienten solos y olvidados, sus hijos no le dan el cuidado y el cariño que necesitan o en el peor de los casos los maltratan haciéndolos sentir un estorbo o molestia dentro de la familia.
La vejez es una etapa muy delicada. La persona, en gran parte de los casos, se vuelve más retraída, solitaria y sensible. Por todo esto  muchos sufren de problemas Psicológicos y depresiones.
El olvido es un factor muy presente en los ancianos. Tienen la sensación y la certeza que se olvidan las cosas, que ya no sirven, que no son útiles sino todo lo contrario que se han transformado en un verdadero estorbo para todo su círculo íntimo y social, es por esto que tienden a minimizarse y autoboicotearse.
La suma de todas estas situaciones es traducida en el consumo abusivo de alcohol. Ellos lo ven como una forma de abstraerse de la realidad, de alivianar el dolor que sienten y dejar a un lado, aunque sea por un momento, todo sus problemas.
Tomar con frecuencia y en cantidades abundantes alcohol es perjudicial para cualquier persona pero en el caso de los ancianos los efectos que esta adicción trae aparejada se magnifican por la edad, la debilidad y la inestabilidad producto de la edad.


miércoles, 22 de agosto de 2012

La recaída, uno de los pasos a superar durante la recuperación


La adicción está asociada a la tendencia de la recaída, aunque esto no quiere decir que no pueda ser evitada.  Para identificarla como tal la persona debe haber alcanzado, con anterioridad, la recuperación o sea estar abstinente por un lapso de tiempo importante.
¿Cuál es el camino para evitarlas?  Asumir el riesgo y conocer mejor el proceso de recaída para saber cuales son los síntomas o alarmas que a tener en cuenta.
Se suele reducir este proceso a la vuelta del consumo que si bien es parte de la recaída no siempre es el motivo principal.
La recaída ocurre a lo largo del tiempo y se expresa mediante síntomas o cambios productos de regresiones a los viejos pensamientos y patrones de conducta que habían sido superados.
Este proceso es el final del camino de una serie de decisiones arriesgadas que el adicto toma. La suma de todas estas da paso a la recaída.
Hay una línea imaginaria que una vez trazada no es posible volver atrás.


jueves, 16 de agosto de 2012

Los distintos tipos de consumo


El uso y abuso de drogas genera en el adicto una dependencia permanente de la sustancia mediante la cual cristaliza la adicción. La regularización, el tiempo y la cantidad de veces que la persona se droga marca el tipo de consumidor que es.
Hay cuatro tipos de consumo. El consumo experimental, el ocasional, el habitual y el abusivo. Cada uno tiene características puntuales que permiten determinar dentro de cuál esta cada adicto.
El consumo experimental responde a las situaciones de contacto inicial con las sustancias. En este se puede pasar de un abandono de las mismas o la prolongación de la adicción.
En este caso la persona desconoce los efectos de la sustancia y termina cayendo en el consumo, la mayoría de las veces, en el marco de un grupo que lo invita a probar.
Por otro lado esta el consumo ocasional que no esta atado a una regularidad fija y que puede tener largos intervalos y lapsos de tiempos de abstinencia.
Sin bien el individuo consumo, puede llevar a cabo las mismas actividades sin necesidad de drogas.
La utilización frecuente de las drogas, determina un consumo habitual. En este caso el sujeto aumenta la cantidad de veces que recurre a las sustancias y las usa no solo en grupo sino que también de forma individual.
Cuando el individuo necesita constantemente del consumo de la droga y toda su vida gira en torno a esta y la forma de conseguirla, se pasa a un consumo abusivo. 

martes, 7 de agosto de 2012

Adicciones y tratamientos


El tratamiento debe ser individualizado ¿Por qué? Porque cada persona es un mundo, una historia distinta, que merece un seguimiento especial y dedicado para encontrar la forma adecuada para tratar su adicción.
La primera consulta, la creación de un diagnóstico y la posterior intervención y tratamiento son partes elementales del proceso de recuperación donde las distintas etapas se siguen la una a la otra.
La diagramación de tratamiento se hace en base a las características y necesidad inmediatas del adicto. De esta forma se obtiene una guía base que sirve para plantear las metas de la recuperación.
Dentro del procedimiento hay componentes que no pueden faltar y que sirven como puente entre el paciente y el equipo médico y el paciente y su entorno.
Ellos son: componentes psicosociales, farmacológicos, de autoayuda y también terapias alternativas.



Fuente: Fundación Manantiales 

jueves, 2 de agosto de 2012

Adicción a la cocaína



Uno de los principales obstáculos para dejar la adicción a la cocaína es la adicción que esta genera a lo largo del tiempo. El síndrome de abstinencia, como es conocido, comprende de síntomas físicos (no tan claros como en el caso de otras drogas) y psíquicos.
Lacocaína y el crack actúan, directamente, bloqueando el transporte de dopamina y generando que esta quede liberada en cantidades elevadas, activando, de este modo, las sensaciones de euforia y placer, desmedido.




El consumo recurrente de cocaína lleva al cerebro a adaptarse, disminuyendo los niveles de dopamina. Esto conlleva a que la persona requiera dosis.


El resultado de esta demanda constante es el síndrome de abstinencia que esta ligado a un malestar totalmente contrario al placer.


Entre los síntomas más frecuentes se encuentran: la depresión, la agitación, el insomnio, la anorexia, el cansancio-fatiga, la irritabilidad y cambio brusco de humor, el desorden psiquiátrico y el deseo, compulsivo, de cocaína.


Por lo general los signos de abstinencia de cocaína son psíquicos por sobre físicos. Estos suelen manifestarse en tres fases. La primera de diforia inmediata por el consumo de cocaína, que puede llevar a cualquiera de los síntomas antes mencionados (depresión, cambio de humor, etc.) la segunda fase de abstinencia propiamente dicho, que es considerada la de mayor riesgo de recaída. Aumenta el deseo de consumir.


Por último, la tercera fase, la de extinción, que puede durar años si no es tratada de una forma adecuada.






Fuente: Fundación Manantiales