jueves, 1 de noviembre de 2012

Cyberbullyng: el acoso virtual y violento


  
Cualquier hecho o situación traumática durante la niñez o adolescencia se pueden transformar en huellas difíciles de quitar en la personalidad de cualquier niño o niña.
La violencia verbal expresada a través de bromas por el aspecto físico, el estrato social, religión o color (entre otros motivos) encontró una nueva forma de expresión: el Cyberbullyng o Ciberacoso.
El Ciberbullyng es una adaptación de lo que se conoce como Bullyng, el acoso y la agresión entre adolescentes y niños en situación escolar.
Este fenómeno remite al uso de la información electrónica y medios de comunicación (correo electrónico, blogs, mensajería instantánea, redes sociales, mensajes de texto y teléfonos móviles) de una forma amenazante, degradante y agresiva con el fin de acosar, intimidar o amedrantar a un niño o
niña.
Muchas veces los chicos están desesperados por encajar y lograr el sentido de pertenencia a un grupo pero no saben cómo lograrlo. Aquellos que no están dentro del grupo “popular” no encuentran una plataforma de identidad y seguridad y utilizan la agresión y la intimidación como un modo de ganar influencia.
El o los niños que llevan a cabo un Ciberacoso sobre un compañero o compañera tienen distintas herramientas tecnológicas para cristalizar su agresión:
-Los mensajes de acoso desde una mensajería instantánea (chat, MNS, Skype, Messenger)
-Robo de contraseñas y usuarios para escribir en nombre de la persona a la que buscan molestar.
-Comentarios ofensivos en blogs y cualquier otro tipo de sitio Web.
-Juegos interactivos involucrando al acosado.
-Suplantación de identidad. El acosador asume la identidad del la víctima en Internet y comete actos que denigran la imagen del acosado.
Los daños y consecuencias que este tipo de agresiones pueden causar en la víctima elegida como blanco y receptor son muchos.
Por empezar existe una clara violación del derecho a la intimidad ya que usurpar la clave de correo de una persona para, además de cambiarla,  lograr que el verdadero usuario no pueda entrar y posteriormente leer los mensajes que llegan a ese buzón, es ilegítimo.
El robo de fotos, videos, audios y datos personales también son ejemplos de violación del derecho a la intimidad que posee cualquier niño o niña.
Las calumnias e injurias son otras de las consecuencias que tiene el Ciberbullyng. Muchas veces los agresores acceden a la cuenta de correo de la víctima, susplantando su identidad para insultar a sus contactos.
Las amenazas son, quizás, la forma más directa y común que utilizan los victimarios para concretar sus agresiones.
Enviar mensajes amenazantes, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los que el niño o niña se relaciona habitualmente, son algunos de los medios utilizados para agobiar a la víctima.
El bombardeo de llamadas en horarios inoportunos y en reiteradas oportunidades es otra forma de Cyberbullyng.
El Cyberbullyng genera gran preocupación en sociedad avanzadas y en pleno crecimiento. En Japón, por ejemplo, existen 38.000 páginas Web que, además de mostrar contenidos pornográficos y violentos, sirven para que los estudiantes publiquen amenazas, mensajes ofensivos y fotos comprometedoras de aquel chico o chica que intentan molestar.
El peor de los finales
En julio de 2007, un joven de 18 años se suicidó después que sus compañeros pusieran una fotografía suya desnudo en un sitio web no oficial de su escuela.
La mayoría de las acciones de acoso tiene lugar fuera de la escuela y del horario escolar. Eso hace más difícil luchar contra el Ciberybullyng por eso los colegios buscan educar a partir de normas éticas sobre las graves consecuencias que trae aparejado este tipo de prácticas y acciones.
Internet es un canal de comunicación directa, donde el intercambio de información y conocimientos es algo positivo pero cuando los límites se transgreden y la violencia se vuelve el motor de cualquier acción todo pierde sentido.

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